Imponer restricciones excesivas en la comunicación y la expresión, puede inhibir el pensamiento creativo y desmotivar a los empleados a compartir nuevas ideas.
Crear un ambiente en el que los colaboradores se sientan seguros para expresar sus ideas y opiniones sin temor a ser juzgados o ridiculizados.
Si una organización carece de una fuerza laboral diversa en términos de perfiles, experiencias y perspectivas, es probable que se vea limitada en su capacidad para generar ideas nuevas y originales.
Contar con un equipo diverso en contextos, enfoques, perspectivas y experiencias, así como valorar las opiniones de todos los miembros por igual, sin importar su jerarquía, enriquece la creatividad.
La presión por cumplir plazos ajustados y la falta de recursos asignados para actividades creativas, pueden limitar la capacidad de crear y desarrollar nuevas ideas.
Es importante la evaluación constante de ideas y proyectos enfocada en: – La búsqueda de soluciones alternativas. – La identificación de posibles mejoras a través de: - La exploración de ideas fuera de lo común. - La conexión de conceptos aparentemente no relacionados.
Incluso si una idea no es viable, ofrecer retroalimentación constructiva y agradecer la contribución puede alentar a los empleados a seguir siendo creativos.
Reconocer el esfuerzo e impulsar el pensamiento innovador de los empleados, generará mayor motivación y participación en actividades creativas.
Establecer reglas o procesos demasiado rígidos en lo que se refiere a estandarización, jerarquía, comunicación y eficiencia, dificultará el desarrollo de la capacidad creativa. La flexibilidad es importante.
Apostar por la experimentación, el aprendizaje a través del fracaso, la diversidad de opiniones y la colaboración, creando prácticas y entornos distintos, será un paso fundamental para fomentar una cultura de innovación en las empresas.
Continúa avanzando para aprender algunas técnicas conmigo.