Ya que tenemos muchas ideas,
El potencial de mercado. La viabilidad técnica. El impacto en los usuarios. La alineación con los objetivos estratégicos de la organización.
Ellos pueden incluir factores como:
Te recomendamos usar la matriz de impacto-urgencia para este punto.
Establecidos los criterios de selección, es útil clasificar las ideas en función de su potencial y relevancia.
Sus puntos fuertes (fortalezas y oportunidades). Sus puntos débiles (debilidades y amenazas). Su potencial de éxito.
Analiza las primeras cinco ideas que hayan pasado los primeros filtros identificando:
Proporcionar nuevas perspectivas. Identificar aspectos no considerados. Validar nuestras ideas.
Es útil obtener la opinión y el feedback de diferentes partes interesadas para:
Investigaciones de mercado. Retroalimentación de clientes. Resultados de pruebas piloto. Análisis de costos y beneficios.
Para respaldar tus decisiones, utiliza datos cuantitativos y cualitativos tales como:
después de evaluar todas las ideas y considerar los comentarios recibidos, selecciona las mejores ideas que cumplan con los criterios establecidos y tengan el mayor potencial de éxito.
¿Cuál es la mejor idea posible?
La que cumpla con los criterios establecidos. La que sea viable. La que tenga potencial.
¿Cuál es la peor idea posible? La contraria a tu objetivo final.
Una vez que has seleccionado las mejores ideas, será momento de validarlas con el fin de construir una hipótesis que será probada experimentalmente.