Marcas NO CORE
SYNCOL®
Recomendaciones prácticas que ayudarán a la paciente a sobrellevar esos días con menos molestias:
Reducir la ingestión de grasas. Consumir más frutas, verduras y granos integrales. No consumir alcohol. Disminuir el consumo de sal. Beber suficiente cantidad de agua al día (ocho vasos).
Dedicar unos 30 minutos al día, cada tercer día, a ejercicios como aeróbics.
La tensión puede aumentar los síntomas del SPM®, por lo que se recomienda:
Tratar de relajarse. Meditar. Tomar una siesta. Dar un paseo al aire libre.
Los medicamentos más utilizados en el tratamiento del SPM® y la dismenorrea son:
Analgésicos Antiespasmódicos Diuréticos Antiinflamatorios Tranquilizantes Antidepresivos Hormonales.
Para el control de la variedad de dolores como: cólico, dolor de cabeza, de cintura, cadera, muscular o articular. El analgésico ideal será aquel que tenga: + control del dolor - daño de la mucosa gástrica, como el paracetamol.
Actúan disminuyendo la contractilidad de las fibras musculares lisas que intervienen en la contracción uterina provocando el cólico menstrual, como la Buscapina.
Utilizados cuando el organismo retiene agua (líquidos) en diferentes proporciones, generalmente a causa de los estrógenos y el consumo inadecuado de sodio u otros conservadores. En estos casos también se percibe inflamación en senos, abdómen y extremidades. Existen diuréticos de acción suave (como Pamabrom) y de acción intermedia o intensa que sólo se usan en padecimientos severos.
Existen fármacos con acción analgésica y antiinflamatoria (como los esteroides de cortisona y derivados) conocidos como AINES (Naproxeno, Ibuprofeno, Flurbiprofeno, Nimesulide, Piroxicam, Ácido Mefenámico, etc.) que pueden usarse en dismenorreas secundarias. Bloquean la producción de prostaglandinas que se forman y liberan en el útero, al liberar la menstruación, ocasionando sensación de inflamación. Para que sean efectivos para el cólico menstrual se usan dosis de 400 mg o más, con la consecuente presencia de daño gástrico (ardor de estómago, gastritis, úlcera gástrica).
En virtud de la ansiedad, intranquilidad, irritabilidad o angustia presentada en el SPM®, se usan fármacos con acción ansiolítica. El uso de antihistáminicos (como la Pirilamina) también brinda una sensación de bienestar y tranquilidad.
Son los llamados serotoninérgicos y sólo se usan bajo prescripción y vigilancia médica. Se utilizan sólo mujeres (10-15%) que perciban depresión patológica.
Encaminados a suprimir la ovulación o a corregir los trastornos menstruales con la consecuente aparición de importantes efectos secundarios.
Como se puede apreciar el utilizar varios fármacos para lograr el bienestar de las mujeres que cursen con dismenorrea y SPM®, resultaría agresivo para el organismo, costoso y además con consecuencias importantes.
Marcas NO CORE